FÁBRICA DE EMPANADAS Y MÁS
NUESTRA HISTORIA
Panzerotti nace una tarde de verano en la terraza de un restaurante a las faldas del Cerro del Tepozteco. Habíamos viajado por un par de horas para llegar a ese pueblo mágico, ya que ambos hemos estado seducidos por el misticismo de ese lugar y por lugares muy específicos en nuestro interminable scouting por lugares de buena cocina. En esa terraza, el sommelier había sugerido un vino específico y nuestro paladar comenzó su laberíntico proceso entre la Toscana y el misticismo de ese fascinante pueblo mágico. Ambos somos soñadores y sensibles. Tenemos una bagaje de vivencias, sinsabores y experiencias. Esa tarde en particular el sol bañaba con su fascinante tono rojizo los tejados y parte del cerro que teníamos de remate de vista. El susurro del lugar, los murmullos de los comenzales, las velas encendidas en las mesas, las arbotantes que parecían luciérnagas, el susurro del pueblo con los grillos y cigarras que comenzaban a orquestar la puesta del sol, nos llevaron a un éxtasis de vivencias y romanticismos. Ambos coincidíamos en el deleite del paladar. Hablamos sobretodo de la evolución cognitiva y de cómo el hombre había hecho del comer, un ritual fascinante. Siempre hemos amado cocinar. Coincidimos que en ese noble oficio de nada valen las credenciales que ambos traemos, pero que en la praxis, vale más el amor y el talento del sazón. Ella cuida mucho la mezcla y quizá yo cuido mucho la pasta.
Cuando cocinamos, encendemos las velas y abrimos el que consideramos el mejor vino para nuestro paladar y maridaje. Pero siempre nos vemos a los ojos. Hemos tocado juntos los cielos y los infiernos. Hemos fusionado nuestro origen y hemos logrado ser una pareja con profundas arterias que nos conectan a un corazón simbólico de vida y de sueños. Amamos lo que hacemos y todo lo hacemos juntos desde que decidimos estar. La tarde evolucionaba y nosotros ya teníamos los ojos llenos de sueños. Hablamos de poner en el futuro un lugar pequeño con un concepto gigante. No teníamos el nombre, pero sí traíamos con nosotros las recetas que marcarían la evolución de lo que hoy es Panzerotti.
Panzerotti es el lugar al que hemos llegado. Es ese puerto anhelado. Es la conjunción de nuestras orillas, de la orilla de ella y de la orilla mía; porque sabemos perfectamente y estamos muy de acuerdo a lo que el poeta uruguayo Mario Benedetti se refería cuando decía que para un puente se necesitan dos orillas. Panzerotti es el puente entre ella y yo. Es la conclusión de viajes interminables que hemos hecho durante nuestra existencia. Es la síntesis de esos pedazos de mundo que hemos deambulado, que nos han inspirado y que nos han esculpido. Panzerotti es también el amor que yo tengo por ella y que ella tiene por mi. Panzerotti es el puente Benedettiano, el lugar en donde fusionamos la pasta y los ingredientes.
Panzerotti es pues, una alta cocina sintetizada en los ingredientes premium, la carne de primera, el aceite de olivo extra virgen, los quesos muy cuidados, los ingredientes que nos transportan de regreso a nuestros orígenes. Es compartir con todos ustedes esa síntesis, un pedacito de nuestra cocina, un poco del amor de nosotros. Sean pues, todos ustedes bienvenidos a Panzerotti, Fábrica de Empanadas y Más.
Boun Appetito!
Marisa y Alex.
Panzerotti nace una tarde de verano en la terraza de un restaurante a las faldas del Cerro del Tepozteco. Habíamos viajado por un par de horas para llegar a ese pueblo mágico, ya que ambos hemos estado seducidos por el misticismo de ese lugar y por lugares muy específicos en nuestro interminable scouting por lugares de buena cocina. En esa terraza, el sommelier había sugerido un vino específico y nuestro paladar comenzó su laberíntico proceso entre la Toscana y el misticismo de ese fascinante pueblo mágico. Ambos somos soñadores y sensibles. Tenemos una bagaje de vivencias, sinsabores y experiencias. Esa tarde en particular el sol bañaba con su fascinante tono rojizo los tejados y parte del cerro que teníamos de remate de vista. El susurro del lugar, los murmullos de los comenzales, las velas encendidas en las mesas, las arbotantes que parecían luciérnagas, el susurro del pueblo con los grillos y cigarras que comenzaban a orquestar la puesta del sol, nos llevaron a un éxtasis de vivencias y romanticismos. Ambos coincidíamos en el deleite del paladar. Hablamos sobretodo de la evolución cognitiva y de cómo el hombre había hecho del comer, un ritual fascinante. Siempre hemos amado cocinar. Coincidimos que en ese noble oficio de nada valen las credenciales que ambos traemos, pero que en la praxis, vale más el amor y el talento del sazón. Ella cuida mucho la mezcla y quizá yo cuido mucho la pasta.
Cuando cocinamos, encendemos las velas y abrimos el que consideramos el mejor vino para nuestro paladar y maridaje. Pero siempre nos vemos a los ojos. Hemos tocado juntos los cielos y los infiernos. Hemos fusionado nuestro origen y hemos logrado ser una pareja con profundas arterias que nos conectan a un corazón simbólico de vida y de sueños. Amamos lo que hacemos y todo lo hacemos juntos desde que decidimos estar. La tarde evolucionaba y nosotros ya teníamos los ojos llenos de sueños. Hablamos de poner en el futuro un lugar pequeño con un concepto gigante. No teníamos el nombre, pero sí traíamos con nosotros las recetas que marcarían la evolución de lo que hoy es Panzerotti.
Panzerotti es el lugar al que hemos llegado. Es ese puerto anhelado. Es la conjunción de nuestras orillas, de la orilla de ella y de la orilla mía; porque sabemos perfectamente y estamos muy de acuerdo a lo que el poeta uruguayo Mario Benedetti se refería cuando decía que para un puente se necesitan dos orillas. Panzerotti es el puente entre ella y yo. Es la conclusión de viajes interminables que hemos hecho durante nuestra existencia. Es la síntesis de esos pedazos de mundo que hemos deambulado, que nos han inspirado y que nos han esculpido. Panzerotti es también el amor que yo tengo por ella y que ella tiene por mi. Panzerotti es el puente Benedettiano, el lugar en donde fusionamos la pasta y los ingredientes.
Panzerotti es pues, una alta cocina sintetizada en los ingredientes premium, la carne de primera, el aceite de olivo extra virgen, los quesos muy cuidados, los ingredientes que nos transportan de regreso a nuestros orígenes. Es compartir con todos ustedes esa síntesis, un pedacito de nuestra cocina, un poco del amor de nosotros. Sean pues, todos ustedes bienvenidos a Panzerotti, Fábrica de Empanadas y Más.
Boun Appetito!
Marisa y Alex.